Estaba tendida sobre la cama, me sentía tranquila aunque mi respiración era agitada, miraba el cielo en llamas y a la vez sentía como mis vellos de frío se erizaban.
Mis pensamientos se revolvían entres mis sabanas con temor de nunca volver a salir.
Mis almohadas anidan recuerdos de los que nunca volverán a oír.
Mis paredes atesoran momentos, me han visto llorar y sonreír.
Estaba tendida sobre la cama, y observaba como la vida pasaba.
A mi mente llegaban imágenes como recortadas y de papel.
Ahora que duermo en el suelo, es que necesito sentir la tierra, dulce tierra mía, necesito sentir que no vuelo ni que mi alma se exprima.
Pensé en ti y no él y me sentí obstruida, pensé luego en él y no en mi y comprendí como era que iba.