Me voy a ir (se lo dije aun con lagrimas en los ojos), y no fue capaz de enfrentarme con la mirada, sus ojos estaban perdidos en horizontes en los cuales yo no llegaba.
No voy a volver
No volverás a verme
Ni siquiera fue capaz de despedirse, cerré la puerta sintiendo que el mundo me consumía, en aquel momento cada pierna pesaba una tonelada y creo que en soltar la manilla de la puerta se me fueron tres vidas, pero nada me detuvo, en un momento mientras caminaba escaleras abajo con el bolso a costas y abrazando mi ultima almohada, creí sentir un ruido, pensé que me miraba… pero como podía ser tan masoquista, me di vuelta, no podía evitarlo, solo una palabra suya haría que me quedase
Un quédate
Un no quiero que te vayas
Un te quiero
Pero nada, el silencio se burlaba de mi a medida que me acercaba a la calle, aun mientras caminaba por la vereda de mi ex casa, sentía una tormenta avasallándome, vivir era una lucha que no quería resistir.
Lo iba a extrañar, estaba segura, nunca antes había sentido mi vida completa hasta conocerlo, ahora no concebía vivir a la mitad otra vez al perderlo.
Pero mis palabras se perdieron en el olvido y sus ojos se llevaron mis recuerdos, poco a poco se fue borrando su sonrisa de mi espejo y con el tiempo el aire logro atravesar mis pulmones, la vida me llenaba de nuevo…